he de volver cada agosto
a dejar algunas palabras que me recuerden
que el sitio de la poesía continúa vivo
a pesar de mí
y de los olvidos cotidianos

Vivir es ir dejando sueños por el camino.

atrás quedaban
los días vacíos
toda la espera

en lo inesperado está la belleza
esa que no se anuncia

qué extraño resulta
mirarle a los ojos a lo que hubiera sido.
ver un rostro, un sueño
que una vez añoramos
y hoy no es más
que algo remoto
vestigios de otra vida
quizás

Se iba la tarde
instante en que muere
la hora más bella.

Hace diez años que abandoné el hogar para hacer nuevos caminos, conquistar algunos sueños y desistir de otros que quedaron o siguieron su curso.
Yo también he seguido mi curso, aunque el calor de casa permanece en la distancia, es algo que se persigue y casi nunca se encuentra de nuevo. Sería bueno si se pudiera construir el hogar dentro de uno mismo, para no tener que deambular como un mendigo que no sabe adónde pertenece.