miércoles, 28 de enero de 2009

6

¿Adónde pertenezco?
No esta tierra, no aquella.
Tu cuerpo, tal vez.
Una palabra.

7


Siempre la huida tras los párpados,
añoranza de quien se aleja y a la vez permanece.
Desconocimiento de esta piel
pesadilla de transitar senderos…
Soy extranjera de mí misma.

13

Uno pierde los amigos
que se alejan sin despedirse,
dejándonos la inexistencia
y unos cuantos papeles escritos con su letra.
Uno va perdiendo las fuerzas,
el milagro del día,
la escasa hora de la dicha
cuando todos se fueron
y solo han quedado las palabras
en el borde de las tazas,
en la ceniza de lo efímero.

jueves, 22 de enero de 2009

Poemas varios

A veces
quisiera ser otra,
decir nombres
de manera diferente
y no ciertas palabras que me queman.


**

No escucho voces
solo pasos se agolpan
hacia un destino perdurable.
El próximo minuto
-esquife contra el viento-
apenas una pregunta
se arriesga al estropicio
cuando ya han naufragado las respuestas.

**

Me rindo
ante el absurdo de ser culpable,
como quien predestinado nace
a recoger piedras lanzadas en la noche
para devolverlas
a la mano que traiciona.


(De Nadie llega en la tarde, Editorial Capiro, 2003)

viernes, 9 de enero de 2009

A propósito de mí y de aquel poema de Alexis Castañeda que dice: “La calle Neptuno es el único lugar/ donde acudo a llorar de madrugada.”

En la calle Neptuno
debo escribir lo que me falta:
enumeración de pérdidas donde aún puedo salvarme,
el lugar que debimos compartir.
y no sucedió lo que otros predijeron,
solo nuestras manos para romper
el silencio de las horas.
En la calle Neptuno,
de donde vi tantas veces el mar,
más que la suciedad
me golpeó la nostalgia ,
lo que no tuve en esta calle
ni en ninguna.
Aquellos sitios adonde nadie me predestinó
suelen hacerme padecer.
Ahora escribo cuánto duelen
las palabras que no dije,
los barcos que dejé partir
en la terneza del encuentro.

(De Nadie llega en la tarde, Editorial Capiro, 2003)

jueves, 8 de enero de 2009

Y en aquel sitio
al que no fuimos
¿de qué parte soplará el viento?
¿qué ventana abrirá
a la buena suerte?
¿qué olores tendrán los rincones,
los retratos viejos, las personas?
¿quién esperará por nuestros pasos
a la hora de cerrar la puerta?
¿qué suspiro saldrá entonces
por la hendija de la noche?

(De Los ojos de otro hombre, Editorial Sed de Belleza, 2000)