Tiene que acabar la completa tensión entre el silencio y mi voz; la espera que soporta; la congoja; el mal tiempo; la mentira callada porque la mudez niega su verosimilitud; la calma pretendida; los actos de los que me hago responsable por temor al camino que parece pedregoso; la disculpa sorda; la vereda iluminada y confortable por la que ando en círculos.
Tiene que acabar este ser uno mismo que se pasa por ciego para no ver lo que pesa...
lunes, 31 de enero de 2011
domingo, 9 de enero de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)