jueves, 25 de junio de 2009

No me acostumbro. Estamos en la era de las disculpas. Primero te hiero, después pido disculpas. Y por si fuera poco llegan por correo electrónico o mensajes de celular, bonitas palabras, frases célebres tomadas para la ocasión, profundas disertaciones sobre el mundo y los problemas humanos... cada día damos menos la cara. Compramos y amamos por internet, y también rompemos nuestras relaciones por esta vía. Adquirimos mercancía, nos deshacemos de mercancía. No paro de preguntarme qué somos, en qué nos estamos convirtiendo, hacia dónde vamos...