Hace diez años que abandoné el hogar para hacer nuevos caminos, conquistar algunos sueños y desistir de otros que quedaron o siguieron su curso.
Yo también he seguido mi curso, aunque el calor de casa permanece en la distancia, es algo que se persigue y casi nunca se encuentra de nuevo. Sería bueno si se pudiera construir el hogar dentro de uno mismo, para no tener que deambular como un mendigo que no sabe adónde pertenece.
viernes, 14 de octubre de 2016
martes, 6 de septiembre de 2016
domingo, 28 de agosto de 2016
martes, 5 de abril de 2016
jueves, 11 de febrero de 2016
A mi casa llegaban noticias del mundo como el olor de la caña cortada traído por la brisa. Eran pequeños regalos que recorrían miles de kilómetros y atravesaban continentes. Eran libros, postales o simples palabras. Eran mi conexión con algo cuyas dimensiones no sabía calcular, la inmensidad, lo desconocido, lo soñado. Aún no sé si yo soñaba al mundo o el mundo me soñaba a mí, pero en cada sueño había el frescor de las tardes, únicas hoy en la memoria.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)