viernes, 14 de octubre de 2016

Hace diez años que abandoné el hogar para hacer nuevos caminos, conquistar algunos sueños y desistir de otros que quedaron o siguieron su curso.
Yo también he seguido mi curso, aunque el calor de casa permanece en la distancia, es algo que se persigue y casi nunca se encuentra de nuevo. Sería bueno si se pudiera construir el hogar dentro de uno mismo, para no tener que deambular como un mendigo que no sabe adónde pertenece.