domingo, 30 de noviembre de 2008

Cruzando el parque Vidal
memorizo rostros que transitan la lluvia.
La ciudad padece de silencio,
sus hijos la abandonan
cuando el viento azota.
Los amigos son nombres,
direcciones electrónicas que tal vez existen,
tal vez...
No saben que los árboles crujen bajo el huracán,
que la ciudad será distinta al amanecer
cuando mi madre enciende la vela milagrosa.
Mis amigos prefieren no volver
mientras llueve en la Isla.
Temen la húmeda soledad
que arrastran los ciclones.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Descubrimiento

He descubierto mi orfandad,
falta compañía para andar
el sendero que me toca,
desnudez con que vine
a procurarme el pan y el llanto.
He descubierto me estafan
( sigo siendo una semilla
en el vientre de mi madre)
nadie ansia que yo vuelva en las tardes,
ni me esperan tras la puerta del ultimo día.
He encontrado,
debajo de mi sombra,
la tristeza del hombre ausente,
su grito apagado,
y sobre todo,
la estrechez del camino que me conduce a Dios.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Siempre soñé un lugar donde sentarme, detrás de una gran ventana de cristal, y ver la vida acontecer. He vivido ese sueño varias veces. Cuando mi vuelo llegó a São Paulo, pude sentarme en el aeropuerto por horas –una tela de vidrio en medio- y los aviones iban y venían en ese sueño real mientras yo degustaba un café y un periódico en otro idioma. Mi sueño, mi pequeño deseo se cumplió, pero nunca he sentido una sensación de placer igual a aquella de cuando lo imaginaba. En el instante de su realización otro deseo surgió, la urgencia de otro lugar ya me hacía falta.
(terminado en 16 de julio de 2008, Aracaju, Brasil)