viernes, 8 de mayo de 2009

El tiempo y aquella noche en que el mundo tuvo los colores del sueño. Los días han pasado uno a uno sobre mi piel, estoy cansada de mirar al horizonte, de esperar al viajero que no llega a mi puerta, que perdió sus pasos... en mis manos hace mucho frío

1 comentario:

Petronio dijo...

Todos esperamos después de inviernos y aguaceros que venga un poco de luz, en otros ojos... en esa inefable mirada de un transeúnte cualquiera... que ponga fin a la grisura.
Nunca pienses en los cuervos, ellos se cansaron de esperar y bajaron los brazos justo cuando amanecía.
nunca de dejes de pensar, que en los petalos de un margarita sin vida puede ocurrir el milagro efímero del amor.

ATTE
El cuervo