Atenta a tu rostro
veo caer el sol.
Las distancias me sobrecogen este domingo.
Desde la ventana
el mar es un sueño dócil.
Pides un verso delirante
improvisado
mas no me animo a las palabras
más bien cierro los ojos, te imagino,
como cuando no estás cerca.
Atenta a tu rostro
persigo un barco que fenece con la tarde.
(En Aracaju, 3 de marzo de 2009)
1 comentario:
Interesante blog.
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